Patrick Floyd un hombre de 42 años, todos los días a eso de las ocho de la mañana cuando llegan los pescadores de su jornada, se acerca al muelle y se sienta en un apartado rincón bajo la sombra de un árbol a observar a todos los pescadores, además de pensar en que tan maravilloso seria sentir la suave brisa a la orilla de la playa y de que tan agradable es pescar en la mañana fumándose un buen tabaco, pero siempre que se acerca a las orilla siente un profundo miedo y da media vuelta y corre despavorido sin rumbo, sin saber por que lo hace, pero según los libros que se lee a diario, piensa que esto se debe a algo de sus vidas pasadas.
Su mirada sigilosa causa intriga abriendo interrogantes entre el condado de pescadores, ellos a su vez no se atreven a hablar con el pues piensan que es una persona con trastornos mentales, mientras tanto Patrick lo único que hace es contemplar la buena pesca y pensar todos los días en que lo detiene a practicar la pesca.
A pesar de que su familia se encuentra en su natal Inglaterra, el no se siente realizado en su país, pero por el contrario prefiere la ingenuidad de los habitantes de la isla de milos, donde encuentra su realización personal, y donde cree algún día vencer su temor y por fin poder pescar.
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